Autor: lacardigital
Trabún en lengua mapuche significa
encuentro. En 1984 se plasma la primer fiesta. Venía de la mano de un grupo pionero que integraba la peña Numilén, ella estaba nutrida por vecinos de
San Martín de los Andes, tanto oriundos como residentes chilenos, unidos por el fuerte arraigo a la
música popular, el respeto a los pueblos originarios latinoamericanos, la irreductible vocación libertaria y el repudio a la dictadura que en su larga noche había generado entre otros desasiertos el conflicto con Chile.
En esta fiesta que cumple 20 años se vuelcan en la
Plaza principal, artesanos, titiriteros, artistas plásticos, colectividades, comunidades aborígenes, músicos, donde la única consigna es participar. Es a escenario y calle abierta, se baila y se canta hasta le amanecer, los artistas que intervienen no cobran el espectáculo y los réditos que los distintos puestos de comidas regionales recaudan, son volcados en obras de clubes, barrios, cooperadoras y emprendimientos vecinales.
Año tras año se suman gentes de los distintos rincones del país, más los valores nuestros, que no son pocos. Recibe cada vez más danzarines de Chile, candomberos uruguayos, Paraguay, Bolivia y grupos de músicos latinoamericanos. Son
tres días de fiesta en el mes de diciembre, en los que el pueblo duerme poco, pero el espíritu de unión enter los pueblos crece cada fiesta un poco más.....
En cada esquina se prenden fogones donde los mismos músicos que pasaron por el escenario principal prolongan la fiesta en contacto directo con la gente. La manzana queda rodeada por cientos de artesanos que muestran y venden sus producciones, y entre ellos se destacan los puestos de las comunidades mapuches ofreciendo matraz, tallados en madera, tejidos, etc. Durante la mañana los titiriteros recorren los barrios y por la tarde se instalan en la plaza llevando adelante su función, pero también todos tienen la opción de ser protagonistas participando de los diversos talleres, recitales o el infaltable
Pichi Trabún, destinado a menores de 16 años. Este último, asegura la continuidad del espíritu del encuentro, ya que en los últimos años en que se viene realizando, convoca a muchísimos niños que pasan por el escenario dejando sus
danzas, música y canto.